Empieza la época de verano, seguramente para la mayoría de nosotros, la estación del año que más ilusión nos hace. Uno de los motivos es porque se alarga el día y por lo tanto, podemos beneficiarnos del astro rey durante muchas más horas. 

Y es que disfrutar del sol es posible e incluso beneficioso para nuestra salud, suministra vitamina D y nos ayuda a remitir problemas como la psoriasis o el acné, pero tenemos que ser conscientes también de los riesgos que corremos si no lo hacemos de un modo responsable. 

No podemos obviar que el cáncer de piel es el cáncer más común entre la población, uno de cada 3 cánceres diagnosticados en el mundo es de piel, y que su factor de riesgo más importante es la excesiva exposición solar. Según la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV), a pesar de que el cáncer de piel es más frecuente entre los mayores de 50 años, cada vez, por culpa de los malos hábitos, se diagnostican más casos en las personas jóvenes. 

Hay que insistir en que la sobreexposición ultravioleta es el principal factor de riesgo evitable para la mayoría de melanomas. Así, una de las mejores medidas preventivas es evitar las quemaduras en la infancia y la adolescencia. En esta etapa, pueden ser determinantes para algunos cánceres en edad adulta.

Llegados a este punto, es importante saber qué medidas podemos tomar para minimizar al máximo los efectos nocivos que los rayos ultravioletas pueden causar en nuestra piel, sobre todo desde las 11h de la mañana a las 16h de la tarde puesto que es el tramo del día con mayor exposición solar.

Medidas preventivas:

• A los menores de 6 meses, por sus características fisiológicas, no los tenemos que exponer al sol directo.
• Utilizar crema solar, sombrero y gafas de sol.
• La crema solar que utilicemos la tenemos que aplicar unos 30 minutos antes de la exposición y renovarla cada dos horas.
• Cuando nos bañamos, aunque la crema solar sea resistente al agua, hay que volverse a aplicar crema una vez hemos salido del agua.
• Por aquellos que tengáis la piel más clara o factores de riesgo añadidos, el factor de protección solar tiene que ser de igual o superior a 50. 
• Intentar que la piel esté siempre hidratada. Si vemos que nos hemos quemado, es muy importante la utilización de una crema after sun. 
• Beber líquidos de manera frecuente para nuestro equilibrio y recuperar el que perdemos mientras sudamos. En verano es recomendable beber una media de dos litros de agua diarios. 

David Vidal Sarró – Colegiado núm.: 33.053

Dermatólogo de Policlínica Guadalupe

El Dr. David Vidal visita todos los martes a partir de las 16.30h.